26 septiembre 2022

Las personas que comen en restaurantes son sensibles al bienestar animal

Consumo responsable

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En su compra diaria, los consumidores velan cada vez más por elegir productos alimentarios procedentes de animales criados al aire libre y en unas condiciones que cubran sus necesidades y les permitan un comportamiento natural. Los resultados de un Eurobarómetro comunicados por la Comisión Europea demuestran que los europeos conceden gran importancia al bienestar de los animales.

– Un 94% afirma que es importante proteger el bienestar de los animales de granja,

– Un 87% considera que las campañas informativas sobre el bienestar animal influyen positivamente en la actitud de los niños y los jóvenes hacia los animales,

– Un 89% de los encuestados opina que debe existir una ley europea que obligue a las personas que utilicen animales con propósitos comerciales a cuidar de ellos,

– Un 52% busca distintivos que identifiquen esos productos cuando hace la compra,

– Un 59% de los europeos está dispuesto a pagar más caros los productos procedentes de sistemas de producción que respeten el bienestar animal; un 35% de ellos está dispuesto a pagar hasta un 5% más, y un 16%, entre un 6% y un 10% más (sobre todo, en Suecia, Luxemburgo y los Países Bajos).

En Francia, un estudio del IFOP, una institución de estudios de opinión, señala que un 92% de los franceses piensa que respetar el bienestar animal es importante, y que un 71% de los jóvenes de entre 18 y 24 años lo considera incluso muy importante.

Estas cifras confirman que el bienestar animal se ha convertido en una preocupación de nuestra sociedad, y que además ha ido en aumento con la pandemia. Durante el Día Mundial de los Animales de octubre de 2020, unas sesenta asociaciones internacionales de protección animal unieron sus voces en el manifiesto «One Welfare, One Health», que explica con claridad sus aspiraciones: para proteger la salud humana, debemos apostar por la salud animal y medioambiental…

Abastecimientos que respetan el bienestar animal

Pese a todo lo anterior, el movimiento de fondo a favor del bienestar animal no se está teniendo aún lo suficientemente en cuenta en la restauración fuera del domicilio. Sin embargo, los comensales de la restauración colectiva, tanto niños como adultos parecen ser muy sensibles a este tema. Los profesionales de la restauración todavía suelen carecer de información sobre él, aunque algunos ya lo hayan considerado, sobre todo porque figura como algo destacado en la ley francesa EGalim, que incluye el respeto por el bienestar animal en una alimentación saludable y sostenible.

En la actualidad, el profesional de la restauración dispone de varias soluciones para comunicar a sus comensales su compromiso al respecto.

Para empezar, puede recurrir a Label Rouge o a productos de animales criados según el método orgánico y al aire libre, lo que ya ofrece la seguridad de que el bienestar animal se ha respetado. En lo referente a la carne, por ejemplo, el pliego de condiciones indica que la duración del transporte desde el criadero hasta el matadero no debe ser superior a un día, y que debe encargarse a conductores «con formación en materia de bienestar animal». A su vez, la certificación «Agriculture Biologique» (AB) de los mataderos ofrece cuatro garantías: la duración del transporte debe ser reducida, y los transportistas no pueden administrar tranquilizantes a los animales. A su llegada, tampoco pueden utilizar ya ningún dispositivo eléctrico para obligar a los animales a bajar del camión. Por último, para mejorar la higiene y la trazabilidad, el matadero se debe limpiar por completo entre cada lote de animales.

La asociación Welfarm está haciendo campaña para aumentar estas exigencias. Ha puesto en marcha una iniciativa llamada Etica (siglas de la expresión francesa «Etablissement Tournant le dos à l’Intensif dans les Cantines et les Approvisionnements», que significa «Establecimiento que rechaza la ganadería intensiva en los comedores colectivos y los suministros»), para convencer a la mayor cantidad posible de establecimientos de restauración colectiva de que se abastezcan de una manera más ética en materia de bienestar animal. El distintivo Etica resalta los establecimientos que garantizan una cuota mínima de productos respetuosos con el bienestar animal al abastecerse. Partiendo del principio de que la escuela es un lugar de transmisión de valores, esta política pretende cambiar los hábitos de suministro. Por ejemplo, la práctica totalidad de los productos de origen animal que se sirven en los comedores de los colegios de Saint-Rémy-de-Provence (departamento francés de Bocas del Ródano) proceden de granjas alternativas, ya sean orgánicas o locales. Este municipio fue el primero en sumarse a la política Etica.

Los proveedores también han multiplicado sus esfuerzos en este ámbito, y ahora el mundo agrícola trabaja para mejorar la ganadería y favorecer al máximo unas condiciones de vida más respetuosas y naturales para los animales.

El huevo francés, un ejemplo a seguir

Francia es el principal país productor de huevos de Europa. Desde el 1 de febrero de 2019, la ley EGalim prohíbe la construcción de cualquier nueva edificación para cría de gallinas ponedoras en jaula (artículo 68). Esto se debe a que una de las promesas de campaña de Emmanuel Macron fue que para 2022 se habrían dejado de producir huevos procedentes de la crianza en batería. A principios del año 2018, el ministro de Agricultura se reafirmó en esa promesa.

Los productores de huevos han sabido estar a la altura, ya que el sector superó el objetivo en 2020, es decir, dos años antes de la fecha límite, con más de una de cada dos gallinas en cría alternativa (un 53%). Además, el consumo de huevos de gallinas criadas en suelo ha aumentado un 15,8%; el de aves criadas según el método orgánico, un 12,4%; y el de gallinas criadas al aire libre, un 6,3%. También en lo referente a los ovoproductos se está recurriendo cada vez más a huevos de granjas alternativas. En la restauración fuera del domicilio (RHD, por sus siglas en francés), los huevos con cáscara suponen un 9%, y los ovoproductos, un 39% del consumo total, al tiempo que las compras de las familias en las tiendas suman un 48%, y el autoconsumo, un 4%.

En términos de bienestar animal, los productores de huevos también han aumentado el ritmo. En «Eureden Œuf», una agrupación cooperativa bretona que reúne a 230 criadores (5,6 millones de gallinas), la organización Avipole Formation imparte los cursillos de formación «Bien-être» (Bienestar) desde 2015. Un organismo externo audita con regularidad las condiciones de crianza en los distintos centros, y se controla estrictamente el uso de antibióticos. El objetivo es que se utilicen menos. Para terminar, la empresa se ha expresado en un seminario web sobre el bienestar animal, y ha llevado a cabo un trabajo para sus huevos de código 2 con Welfarm. En 2017, su marca Cocotine decidió comprometerse en concreto a producir huevos 100% alternativos en las instalaciones de todos sus productores.

Por último, constatamos que a lo largo de toda la cadena de suministro muchas empresas se han comprometido con esta política y se han decidido a dejar de abastecerse de huevos con cáscara y ovoproductos procedentes de la cría en jaulas. Entre ellas, podemos destacar la presencia de las principales empresas de restauración: Restalliance, Sodexo, Elior, Compass, Api Restauration, Newrest y Convivio, así como sus mayoristas: Pomona, Sysco, Transgourmet, Disgroup, Marly Distribution, Back Europe France, etc.

No cabe duda de que el año 2022 será aún más virtuoso en esta materia… ¡Tanto mejor!

[Ebook] Transición hacia el huevo alternativo

Cocotine

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