28 marzo 2022

Los productos «listos para», aliados decisivos del restaurador

Mercado

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En la actualidad, el microcosmos de la restauración experimenta dos grandes evoluciones: el imperativo de la continuidad a la salida de una crisis sin precedentes, y las exigencias pluridimensionales de comensales responsables desde el punto de vista social. El desarrollo del fast-food, el snacking «on-the-go», el fooding, la bistronomía, la renovación de la gastronomía y el revival de las cervecerías ha respondido a evoluciones diversas de las expectativas: más rápido, más original y que aporte más experiencias. En esa ecuación, los productos «listos para» tienen un papel que desempeñar.

 

Los productos de servicio: una respuesta a múltiples formas de restauración

 

Tras haber tenido que improvisar durante casi dos años, los restauradores se han visto obligados a revisar la cadena de valor de sus actividades para garantizar la continuidad de los establecimientos. Pueden actuar sobre la productividad adecuando la estructura de las empresas, modificando los horarios, y replanteándose la carta con productos que les proporcionen una regularidad constante frente a unos picos de actividad más imprevisibles que nunca. Otras opciones que no son exclusivamente el comedor, como el click & collect, la entrega a domicilio, o la reprogramación de los horarios, son fuentes adicionales de volumen de negocios.

Falta un elemento fundamental de la ecuación: el poder adquisitivo, del que es legítimo temer que se va a ver afectado por la crisis de manera prolongada. Así pues, es muy probable que el presupuesto para salidas se vigile mucho en los meses venideros. En un contexto de crisis, es difícil actuar sobre el precio de venta. Según una encuesta del instituto Odoxa para «France Bleu», un 75% de los franceses considera que su poder adquisitivo está disminuyendo. Por otra parte, esta temática va a imponer su presencia en la campaña presidencial de 2022.

En consecuencia, aunque es probable que salgamos menos, también lo es que cada salida será una pequeña ocasión de relajarse. Así que, en general, parece peligroso intentar compensar las dificultades de márgenes con subidas de precios.

La noción de «razón de ser», de «valor», será más decisiva que nunca, habida cuenta de que las expectativas con connotaciones sociales (producción local, productos orgánicos, trazabilidad, etc.), ya elevadas con anterioridad, se han incrementado con el confinamiento. Las salidas serán más escasas, y deben ser gratificantes. 

 

Racionalizar todo lo anterior a servir la comida frente a las exigencias pluridimensionales del comensal

La ecuación es sencilla. ¿Cómo racionalizar todo lo anterior a servir la comida (abastecimiento y preparación), y a la vez satisfacer favorablemente las exigencias pluridimensionales del Consum’Actor?

    • Una exigencia de calidad. El consumo orgánico (hogares + restauración fuera del domicilio) se ha duplicado en cinco años, y prácticamente cuadruplicado en una década (datos de la Agencia Bio, 2021). La preferencia por lo Made in France se enmarca igualmente en esa dinámica. Ciertamente, los consumidores parecen dispuestos a soportar un sobrecoste de un 37% en los productos alimentarios elaborados en Francia (fuente). La entrada en vigor de la ley EGalim en la restauración colectiva debería seguir «popularizando» la búsqueda de distintivos y de símbolos de calidad en la restauración comercial.
    • Una exigencia social. El comensal/consumidor ha añadido a la lista de sus criterios de elección alimentarios las nociones de bienestar animal, remuneración justa del agricultor, circuitos de proximidad, huella de carbono, etc. El estudio OpinionWay para d’aucy ha puesto de manifiesto esa aspiración a la comida virtuosa.
  • Una exigencia de competitividad: duración de preparación razonable, precio competitivo, calidad del servicio, sabor, etc.

En esta compleja configuración, donde la definición de calidad supera los criterios sanitarios y organolépticos, los productos listos para cocinar, decorar o servir aciertan de lleno en todos los aspectos.

Los «productos listos para», aliados decisivos

Pensados para simplificar el trabajo del chef y el restaurador, los «productos listos para» brindan una respuesta pertinente a las exigencias del comensal, pero también a las presiones económicas propias de la época (sobre todo, la reducción de los equipos, bien por falta de medios, bien por la dificultad de contratar en un mercado en tensión). 

Es preciso señalar que los productos listos para cocinar, decorar o servir presentan interesantes ventajas que hacer valer, a poco que la elección del proveedor sea la oportuna: 

  • La garantía de una calidad sostenida a lo largo del tiempo;
  • El respeto por las normas sanitarias;
  • La trazabilidad garantizada de los alimentos;
  • La sencillez de aplicación, con el correspondiente ahorro de tiempo (y por lo tanto, una reducción del precio de coste);
  • El respeto por el medio ambiente y el bienestar animal;
  • La preservación de las propiedades organolépticas.

Los productos «listos para» de Cocotine: cuidar de usted y de sus comensales

Para usted, profesional de la restauración, los ovoproductos de Cocotine están listos para cocinar, decorar o servir. Su preparación y envasado se han optimizado para una implementación sencilla y rápida. 

Para sus comensales, los productos «listos para» son la garantía de unos platos saludables y sabrosos, que además respetan sus convicciones éticas y sociales, al proceder de una agricultura razonada, respetuosa con el medio ambiente y practicada por los productores cooperativistas comprometidos con la calidad, sin intermediarios.

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